Primero que nada debo decir que mi entrada esta inspirada en un
post de un
blog que de repente leo. Total, este fin de semana largo (o puente) a falta de unas vacaciones en la playa decidí ir a inflar mi tarjeta de crédito en las tiendas de
Perisur.
Debo decir que no es que yo tenga depresión como Victoria Beckham, ni tampoco grandes cantidades de dinero como Jlo, ni mucho menos un marido rico que mantenga mis gustos como Gaby Solis. Peeeero, lo que si tengo, es mucha necesidad de adquirir ciertos productos fruto de la vanalidad y los anuncios de moda en revistas que al final me dicen que
tengo cerebro de hombre.
En fin... después de adquirir una que otra cosa (sí, como no... quiero ver cuando llegue el estado de cuenta) llegué a mi casa (con los pies destrozados) y me puse a revisar el closet. Me di a la tarea de eliminar todo lo que no uso... ¡Oh grave error!
Comencé por un chaleco tejido de ¿listones? morados y naranjas. ¿Qué $&$%&/( estaba pensando? Yo que me estreso cuando no puedo combinar las cosas y compro dos colores difíciles en una misma puñetera prenda.
Luego me fui por unos flats rosas que compré porque eran muy lindos... sí, pero para niña. Pues los compré en la zona de niñas de Zara. Por supuesto, a mí se me ven como mujer perdida en la adolescencia.
Saqué después un saco crema que compré hace 2 años según para un MUN pero que no se le hubiera visto bien ni a Lady Di en los ochenta.
Más tarde vino una blusa de rayas azules con una ridícula flor de lado izquierdo que juré que se vería hermosa. Sí, pero no cuando no se puede usar con nada pues la flor es café con verde...
Peroooooo, la reina de mi peor compra en la vida. La cosa de la cual me arrepentiré siempre son unos pantalones que ni entran en la categoría de pescador, ni tampoco son capris, pero mucho menos pantalones al tobillo... además son una mezcla entre azul agua y verde pistache con blanco que se supone que son para playa, pero que no me atrevería a poner ni cuando estuviera sola en un cuarto... SON HORRIBLES. No sé en qué demonios estaba pensando.
Después de recapacitar un buen rato, me di cuenta que en realidad muchas veces compramos cosas por las siguientes estúpidas razones:
* Se veía lindo en el aparador
* ¡Te juro que en la tienda combinaba!
* ¡Wey, cómo no iba a aprovechar si estaba a meses..."
* La verdad ni cuenta me di cuando lo compré
* Estaba de moda... (según)
* Tenía el 50 de descuento
* Había que comprar una más para que te regalaran la bolsa (o lo que sea)
* Era dos por uno (ja ja ja)
Ni modo, hasta a las celebridades que tienen grandes asesores de moda luego se les pasa la mano...
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