Pues nada, que la semana pasada terminé por hartarme del dolor de espalda crónico que me invadía. En realidad, debo decir que no era sólo un dolor de espalda, en realidad ya me dolía todo... hasta la espalda baja y lo que le sigue. ¿Por qué? Bueno, pues porque diariamente tengo que cargar mi compu para poder laborar en mi sagrado trabajo...

Total, que pese a lo fashionista que siempre suelo ser, ya que por años me había parecido de lo más naco ir "de vestir" al trabajo pero con una mochila a la espalda, decidí adquirir uno de estos bonitos artefactos inventados para los niños que asisten a la escuela.

Debo confesar que desde la primaria no usaba una; es más, la que usaba en la primaria no se podía catalogar como mochila a la espalda, puesto que tenía rueditas, o sea que hace mucho más tiempo que no usaba una de estas. 

Y es que siempre me pareció que con mi estatura (ojo, nunca me ha afectado, pero hay que estar consientes de la situación) y una mochila podría pasar perfectamente por una niña (bueno, con las ojeras que ahora me cargo, ya no estoy tan segura). Pero, después de tener estos dolores taaaan intensos cambié de parecer.

Acabé justo donde no quería... en el área de niños de PH, ahhhh porque aparte no quería la típica negra que pasa desapercibida, mi yo interno dijo "si ya de plano voy a dar el gatazo... pues que sea con un poco de estilo"... por lo tanto, ahora sí puedo decir que soy 100% Distroller (que por cierto, cómo ha crecido esta marca eh!).

Esta es mi más reciente adquisición:

Ya sé que esto hará justo lo que no quería... parecer una niña disfrazada de adulto (o al revés) pero juro que ya no aguantaba mi espalda. Además, me hace recordar viejos (oh bueno, viejísimos) tiempos. ¿Por qué no puedo ser niña otra vez?