Entre guacamayas y quinceañeras...

Pues ya pasó la graduación y el primer viaje de generación, como supondrán hay mil cosas que contar. Las pedas estuvieron a la orden. Yo, como siempre, súper bien portada (ajá), pero los demás....

¿Por dónde empiezo? Bueno, pues les cuento que en la graduación todo estuvo padrísimo. Ya saben, todos súper elegantes (ejem… bueno, más bien algunos), el lugar súper arreglado, los papás súper orgullosos, etc.

Pero vamos al punto, la verdad es que no es que a mi me guste recortar (nooo) pero es que ese día vi cada modelito… Desde la chava que llevó el vestido de quince años rosa mexicano con crinolina y todo, hasta las típicas monitas que portaron con gran orgullo su coronita de princesas (fácil había como doce) o una flor (casi pájaro al estilo CB en SEX&TC The Movie, pero con un resultado región 4 ). Luego estaban las del grupito al que se les olvidó que era un evento de largo y no de cocktail; y las invitadas que iban en leggings porque no les avisaron (como si de verdad hubiera necesidad, ¡era una graduación!) que el evento ameritaba un vestido formal, por lo menos.

Y qué se le va a hacer… después de ver todas esas luminarias capaces de ganar un premio (pero a las peores vestidas, ¡la concha!) Me encontré con unos muy lindos, mi favorito de la noche el de Vielkuch (bueno, sin dejar de lado el mío).

Pasando al primer viaje (al lujoso municipio de Chiconcuac en Morelos) todo fluyó de maravilla. Bueno, por lo menos desde que llegamos al lugar, pues antes pasamos por una aventura digna de película.

Resulta que en el Km. 30 (sí, casi llegando al 31) se nos desclutchó el coche y tuvimos que ser rescatados por los Ángeles Verdes y después por los de Telcel, sí como lo leen, los de Telcel quienes por $30.00 módicos pesitos al mes te brindan el servicio de Rescatel.

Ya después de todo el desmadre, llegamos a desquitarnos con unos buenos drinks. Nos la pasamos re bien entre los desayunos con chilaquiles y Froot Loops genéricos, las caras de crudos y desvelados, las mordeduras de chupacabras, por no decir un chupetón bien acomodado (este es chiste local y no puedo revelarlo porque me arriesgo a la ira administrativa de cierto personaje de la cancillería jaja), las pedas malacopescas (como para quedar colgado de una hamaca cerrada por dos botellas de chela) y los juegos de guacamayas (donde gracias a Marvin la mitad de las personas que estábamos jugando terminamos hasta el  pi… de borrachas).

En fin, nos la pasamos re bien, pero ahora volví a la normalidad (bueno, casi, porque no tengo nada de voz gracias a que me la pasé popeando y gritando canciones de Magneto, Jeans, Sentidos Opuestos, etc.

Pronto les traeré una entrega más con las aventuras en Puerto Vallarta.

Saludetes,

2 reacciones obsesivo - compulsivas:

VIRI dijo...

HOOOOOLA!!!!!!!!!!!!!!!!!!

PUES QUE MAL QUE NO TE FUISTE A BRASIL O PASEAR POR EUROPA, PARA QUE LA O EL ANONIMO QUE DIJO ESO MURIERA DE LA ENVIDIA Y SE ARREPENTIERA POR NO HABER SIDO DEL COMITE CUANDO PUDO!!!!!!!!!!!!!!! JAJAJAJA NO ES CIERTO!!!

LA VERDAD SI ME AGRADO MUCHO LA FIESTA, MUCHAS GRACIAS POR EL ESFUERZO QUE YO SE QUE FUE BASTANTE!!!!!!!

Y NO TE PREOCUPES POR DEVELAR LOS CHISMES DE LOS VIAJES Y LA FIESTA, QUE VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD MUUUY COMUNICATIVA!!!!!! PERO QUE NO DIGAN QUE DE TU BOCA SALIO ALGO, n_n

BESOS

Vania dijo...

Jajaja de ninguna manera, yo no divulgo los chismes, sólo comento lo que "me han contado" jeje.

Saludetes, nos vemos en Vallarta!!!

Esta es la Galleta

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Yo digo que en este mundo hay tres olores inconfundibles y que nunca, pero en serio nunca, se pueden esconder: el olor a sexo, a tacos y a cigarro. Soy así, obsesiva, pero hay mucho que explicar...

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