Uno hace planes...

Cuando me preguntan qué me gustaría hacer, tener o ser dentro de 5 años (típica pregunta de entrevista laboral) suelo mentir un poco. Tal vez esto les sorprenda, pero juro solemnemente que miento porque, si dijera lo que en realidad pienso sobre los planes, tal vez no me contratarían. A mi me gusta hacer planes cortos. No niego que me gusta pensar en el futuro, pero no lo idealizo.

A veces uno planea mucho y hace poco. Cuando era una adolescente me encantaba pensar cómo sería mi vida cuando tuviera 25 o 30 años. Se me hacía muy lejano (ah, que tiempos aquellos) y muy fácil echar a andar mi imaginación. Pero conforme fueron pasando los años y mi caracter se hizo más... distinto... los planes fueron haciéndose más terrenales, más inmediatos. No es que no me guste pensar en el futuro lejano (pensemos más de 5 años) pero creo que uno hace planes y a veces camina hacia distintos lugares.

Hace ya casi un año, cuando cumplí 24 años decidí que iniciaría una cuenta regresiva respecto a lo que quería lograr para mi próximo cumpleaños. estoy casi a dos meses de cumpli 25 años. Puedo decirles que los planes que tenía entonces no se cumplirán. No como lo planteé. No al pie de la letra. Para mucha gente esto sería un fracaso. Para mi no lo es.

Me explico, hace un año pensaba que para estas fechas estaría viviendo sola, trabajando en el mismo lugar (a lo mejor con otro cargo), tendría o estaría por comprar un coche y haría una gran fiesta de celebración de cuarto de siglo en mi nuevo departamento. Nunca pensé que me podría quedar sin trabajo, que las deudas que había adquirido me amarrarían a mi casa y que un auto no serviría de nada si no tengo a dónde salir.

Se ve negro el panorama, ¿no?

Jamás pasó por mi cabeza titularme, tener una pareja, cuidar mi salud, ser más consciente de mis destrampes. No pasó por mi cabeza que hay cosas que me faltaban por realizar para poder pensar en lo demás. Por eso les digo, uno hace planes pero el camino a veces es otro. No quiere decir que uno no decida sobre lo que quiere, pero tampoco hay que volarse y aferrarse a lo wey.

Mis planes, por ahora, son más cercanos. Uno no construye un edificio empezando por el techo, un construye un edificio desde los cimientos. Creo que este break en mi vida llegó justo a tiempo, llegó para darle un segundo aire a mi primer cuarto de siglo. Creo que lo que tengo ahora me da la fortaleza para seguir avanzando, me enseñó que si uno hace planes, no descuida lo escencial, no aparta lo fundamental.

A veces uno quiere un edificio de 20 pisos, pero hace cimientos para uno de 5... así no funciona. O, pero aún, a veces uno piensa en un edificio, cuando en realidad quiere una casa.

2 reacciones obsesivo - compulsivas:

Lilith Lalin dijo...

Siempre hay que tener ciertas perpectivas. Pero tienes razón y y he hecho lo mismo. No estoy justamente donde pensaba que estaría hace 10 años, mejor ir pasa a paso y construir cimientos fuertes.

Me gusto tu blog, ya te sigo.

Anónimo dijo...

cuando sea grande quiero ser como tu xD

Esta es la Galleta

Mi foto
Yo digo que en este mundo hay tres olores inconfundibles y que nunca, pero en serio nunca, se pueden esconder: el olor a sexo, a tacos y a cigarro. Soy así, obsesiva, pero hay mucho que explicar...

Otras entradillas