"Si te toca, aunque te quites. Si no te toca, aunque te pongas"...

Pues nada queridos lectores, desde cuando que quería volver a hacer uso de este espacio pero mis ocupaciones personales (siendo sincera, más bien las laborales) no me lo habían permitido. Hoy una querida lectora escribió al respecto y me incitó a darme un espacio.

Les cuento que en los últimos meses mi vida cambió abruptamente. Resulta que ustedes se quedaron en que yo estaba haciendo mi servicio social, que acababa de registrar mi proyecto de tesis, que iba en 8º semestre, que trabajaba en una prepa como faculty de un equipo de MUN, que tenía vida social y que escribía regularmente en el blog (bueeeno, es un decir).  Pues resulta que todo cambió, ahora y ni trabajo en la prepa, ni estoy en SEMARNAT, ni tengo vida social...

Terminando mi SS (no, no soy del servicio secreto, es el servicio social) mis jefas decidieron pedirme que me quedara un tiempo a echarles la mano. A cambio ellas me darían un pago (jugoso... jajaja) de su bolsillo (sí, como lo oyen)  pues tenían mucho trabajo y alguien tenía que ayudarles.  Por supuesto acepté gustosa pensando que era una oportunidad de oro. Pa' no hacer el cuento largo, al cumplir el mes un hada madrina (bueeeno, lo tengo que hacer emocionante) me informó sobre una vacante en otro lugar, casi haciendo lo mismo, pero por más. El resto es historia, tengo ya casi un mes trabajando allá.

Como me dijo alguien un día... "Si te toca, aunque te quites. Si no te toca, aunque te pongas" Yo creo que me tocaba algo bueno después de tanto esfuerzo.  Ya no sé si creo en el destino, o en que hay cosas que están hechas para uno, o en que si estás en lugar correcto sales en la foto.


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Esta es la Galleta

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Yo digo que en este mundo hay tres olores inconfundibles y que nunca, pero en serio nunca, se pueden esconder: el olor a sexo, a tacos y a cigarro. Soy así, obsesiva, pero hay mucho que explicar...

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