¿En mis zapatos?...

Dice Betty que ha sufrido un dolor intenso por unos mega tacones que se cargó en una cena. A todo esto, me surgieron varias inquietudes. ¿Por qué las mujeres disfrutamos con el dolor? ¿Es que acaso todas tenemos una sado por dentro? ¿Usar tacones en verdad nos eleva al cielo? ¿Es acaso que Carrie no se cansa de usar tacones porque son unos Manolo?

No. No, no, no. Creo que lo que en realidad pasa es que los tacones son más que un accesorio que la mujer usa para cubrir sus pies. Pero que pasa de ser una protección a una incomodidad... Y miren que si algo amo en esta vida son los zapatos, pero ese amor no me ciega para decirles que a veces los tacones son una verdadera tortura.

Recuerdo mucho un comercial de Palacio que decía que no eran sólo unos tacones sino nuestra escalera al cielo. Pero como dicen por ahí... para llegar al cielo hay que sufrir el suelo. Y sí, los tacones pueden hacernos ver lindas y sexys (mothers... ¿cómo se escribe?) pero a veces ese esplendor se pierde cuando nos los quitamos y caminamos como pollos espinados.

Por otro lado, un par de buenos clackers (remítanse a DWP) no resuelven la vida si la dama no sabe caminar y por el contrario parece charro sin caballo. Y miren que he visto a dos que tres "grandes e influyentes" que caminan del cake.

Es cierto, nadie nos enseña cuando crecemos a caminar en tacones, pero eso no significa que uno no pueda pulir su estilo sola. Pregúntenme a mí, que aunque tengo pie plano me puedo jactar de caminar como diosa en tacones (ya sé, que mamona, pero es de las buenas cosas que tengo y hay que presumirlas).

En fin, eso no quita que nunca haya tenido un gran dolor por unos zapatos. Amigui, te compadezco cañón, porque un dolor de pies causado por los tacones es casi igual o peor que un dolor menstrual.

3 reacciones obsesivo - compulsivas:

Anónimo dijo...

Querida Vania,

Excelente blog, primero que todo. Ahora, en referencia a los tacones... WOW son parte de mi estructura osea, me encantan y sin ellos, no soy la misma. Estoy tan acomodada que duro hasta más de doce horas con ellos puestos y sin cansarme. Es un arte saber caminar con ellos.

En cuanto a las putas, yo también compre el libro. Ya lo acabé y te puedo decir que está de super lujo, un libro que toda mujer debe leer.

Bicho éxitos con tu blog

Beatriz Estrada dijo...

Amiga lo peor de mi desgracia no fue el uso de los tacones en la cena, sino que caminé como 10 calles con ellos. Estaba tan alcoholizada que no sentí que me estaban haciendo un hoyo en la piel, cuando se me pasó el efecto me di cuenta de que tenía una súper ampolla!!!!!!!!! el caso es que a una mexicana megalista se le ocurrió ponerme un panty protector a falta de curitas jajajajaja un excelente tip!!!!!!!

Anónimo dijo...

Osea, cómo fregados carrie usa sus tacones, aunque sean Manolo, en Manahttan???????????? Si simplemente con caminar en la gran manzana hay un ardor y dolor intenso de patas!

Esta es la Galleta

Mi foto
Yo digo que en este mundo hay tres olores inconfundibles y que nunca, pero en serio nunca, se pueden esconder: el olor a sexo, a tacos y a cigarro. Soy así, obsesiva, pero hay mucho que explicar...

Otras entradillas